
Cumplen dos misiones:
- Aislar del frío y la humedad.
- Aportar comodidad.
Si bien el alivio para nuestros huesos y la mejora del sueño que supone el acolchamiento es importante, probablemente lo sea más su función aislante.
Conviene recordar que la pérdida de calor por contacto con la humedad y el frío de la tierra, incluso aunque estemos sobre el suelo de la tienda, hace disminuir drásticamente las prestaciones de un saco de dormir.
El valor R
Es un número muy importante para saber la capacidad de aislamiento de nuestra colchoneta. Suele venir indicado.
El valor R de una colchoneta mide su capacidad para resistir la circulación de calor. Se llama R por eso, porque mide la Resistencia a transmitir calor, así que cuanto mayor sea, menos calor perderemos, y más aislados estaremos.
El valor mínimo es 1, para situaciones muy livianas de verano. A partir de 3.5 empieza a ser suficiente para invernales (aunque mejor combinar dos). Cuanto mayor sea, mejor...pero a costa del peso. Las colchonetas de camping pueden tener hasta un valor R de 15...y pesar 4 kilogramos.

Tipos de colchonetas de montaña
La elección de la mejor colchoneta está fuertemente influida por 3 factores:
- Peso
- Capacidad de aislamiento
- Capacidad de acolchado (comodidad)
Deberemos sopesar esos 3 factores para encontrar la adecuada y tener claro el uso general que vamos a darle, en qué clima y condiciones.
No es lo mismo un vivac en nieve que una noche de verano en el valle. Tendremos que llegar a un compromiso confort-peso-aislamiento, (aunque las colchonetas modernas ultraligeras aportan una comodidad y un aislamiento asombroso para su peso).
Hay 3 tipos principales:
- 1. De espuma
- 2. Inflables
- 3. Autoinflables
1. Colchonetas de espuma
Son las más clásicas. Con el tiempo han evolucionado de simples esterillas planas a diseños complejos que minimizan el peso y aumentan la comodidad y aislamiento.

Aunque en tiempo existieron, y aún pueden encontrarse en algunos lugares a bajo precio, no se recomiendan las de célula abierta, tipo gomaespuma, porque retienen humedad y agua. Las que hoy encontramos son de célula cerrada, compactas.
Ventajas:
- Peso mínimo.
- Pueden llevarse fuera de la mochila.
- Sirven para sentarse en paradas, etc.
- Muy baratas
- Muy duraderas. prácticamente irrompibles. No hay que preocuparse de mantenimiento.
- Su mínimo peso nos permite cargarlas para combinar como suelo de algún modelo hinchable o autohinchable, algo muy recomendable en invierno por temperatura, y todo el año para evitar pinchazos y desgarros.

Desventajas
- Ocupan mucho espacio plegadas (pero pueden llevarse fuera de la mochila)
- Menor valor R. No se recomienda su uso en condiciones adversas y de frío intenso (aunque son muy buenas para usar en combinación con una de otro tipo.)
- Las marcas incorporan aislamiento de fibra a los tejidos de las colchonetas, aumentando su capacidad térmica, que ahora puede llegar a un valor R de 5, según los casos.
- Los nuevos materiales han rebajado el peso de forma notable sin grave prejuicio a la resistencia. De por si, debido a su interior hueco, siempre han sido bastante ligeras y las más compactables.
- Gran comodidad
- Pueden plegarse mucho, ocupando poco espacio
- Ligeras (los modelos de montaña están entre los 250 y 500 gramos)
- Los modelos modernos alcanzan valores R incluso superiores a 5, para uso invernal.
- Menos resistentes, pueden pinchar y rasgarse (aunque se reparan sobre el terreno). Algo delicadas para uso intenso en montaña.
- En este tipo de colchoneta, la combinación ultraligero-resistente tiene precio: las colchonetas que cumplen ambas condiciones suelen ser caras
- No suele ocurrir pero, en invierno, la humedad de nuestro aliento al inflarlas puede helarse en el interior, creando problemas de ruptura.
- Las fluctuaciones de temperatura modifican las presión del aire, por lo que puede haber sensación de que la colchoneta se va desinflando durante la noche.
- No se recomienda su uso en vivacs en contacto directo con el suelo. Pueden combinarse con una de espuma u otro sistema de protección.
- No siempre es agradable inflar a soplidos en la montaña después de una larga jornada.
- Suelen ser muy cálidas, excelentes para usar en invierno (aunque hay modelos ligeros con menor capacidad)
- Más resistentes que las hinchables, más difícil que pinchen, buenas para uso en montaña.
- Evitan la sensación de pérdida de aire.
- Más consistentes que las inflables, por su estructura de espuma, más cómodas que las de espuma, por sus cámaras de aire.
- Mas baratas que las inflables
- Posibilidad de regular la dureza con más o menos aire (la consistencia del interior de celdas de espuma ya representa una estructura que permite no inflar tanto como una inflable).
- Vamos con una obvia: se autohinchan (aunque a veces hay que echarles una mano en ello)
- Más pesadas que las hinchables y las de espuma (aunque los últimos modelos han rebajado bastante el peso, suelen pasar de los 500 gramos. Por encima de un kilo son de camping)
- Menos compactas al plegarse que las inflables; su estructura de celdas de espuma hace que ocupen más espacio dentro de nuestra mochila (aunque hay modelos de alta gama actuales que ocupan menos que una cantimplora)
- Tampoco es recomendable su uso directo con el suelo en exterior (aunque resisten más que las hinchables)
- Si vamos a hacer camping con el coche, sin problemas de peso y espacio, podemos elegir una colchoneta inflable gruesa.
- Si vamos a tener que cargarla en la mochila, y podemos encontrar malas condiciones, una autoinflable ligera, o una inflable (con protección al suelo en caso de vivac).
- En verano, podemos optar por una de espuma primando la ligereza, especialmente si vamos a emplear durante muchas noches consecutivas la colchoneta, por su total resistencia y durabilidad. Pero cualquiera de otro tipo nos hará un excelente papel.
- En invierno autoinflable (principalmente) o inflable con capacidad calorífica. Es muy recomendable combinar ambas con una de espuma como suelo, especialmente en el caso de las inflables; apenas pesa, y la llevamos fuera de la mochila.
2. Colchonetas inflables
Podemos identificarlas pensando en una colchoneta de playa, o un colchón inflable: un interior hueco que se llena de aire. En realidad, éste es el único parecido con ellas que tienen las que se emplean en montaña.
Son las más cómodas, siempre dependiendo del grosor: cuanto más cómoda, mayor peso.
En los últimos tiempos los modelos para montaña han tenido una enorme evolución:


Desventajas:
Sobre el último punto, en este momento se venden infladores para montaña que apenas ocupan espacio y con un peso de unos 50 gramos.
3. Colchonetas autoinflables
Este tipo de colchonetas suele llevar a confusión: la mayoría de personas que no las conocen piensan que, a la manera de un colchón inflable de los que se tienen en casa por si llegan más invitados de la cuenta, son colchonetas inflables, como las del apartado anterior, solo que con un sistema de inflado automático.
No es así. Las empleadas para aire libre y naturaleza son una especie de híbrido entre las de espuma y las inflables, combinando la capacidad aislante de la espuma y la comodidad del aire.
Su interior lleva una estructura de celdas de espuma, con huecos para aire. Cuando las plegamos, comprimimos todas estas celdas, eliminando los huecos para aire. Así que al desplegarlas, la capacidad de recuperación de tamaño de las celdas de espuma hace labor de succión a través de la válvula abierta, llenando de aire las cámaras del interior (con leve ayuda pulmonar en muchas ocasiones).

Desventajas
¿Cuál es mejor para mi?
Cada cual debe decidir y encontrar el punto perfecto entre comodidad, resistencia, valor R y peso.
Unas sugerencias en forma de ejemplos:
Elección de longitud y anchura
Todas las colchonetas tienen tallas. No es solo una cuestión de tamaño de la persona usuaria; hay quien, para ahorrar peso y espacio plegada, especialmente en el caso de las autoinflables, usa colchonetas cortas independientemente de su altura.
¿Por qué?
Se ahorra peso, se ahorra espacio en la mochila, pero seguimos protegidos: el tronco queda dentro, y las zonas que quedan fuera de ella pueden aislarse colocándolas sobre la mochila, en el caso de parte baja de las piernas o pies, o en algún tipo de almohada, en el caso de la cabeza.
No hay que engañarse: no es tan cómodo, ni estaremos tan aislados. Pero cuando el peso es crucial, nos hace el papel.
Para aligerar, las colchonetas más técnicas actuales tienen forma de momia, no rectangular. Están bien, ahorran peso y espacio comprimidas, pero limitan los movimientos.
Una vez más, cada quien tiene que valorar los pros y los contras de su elección: habrá quien mire el gramo, habrá quien prefiera cargar más peso y dormir con algo más de comodidad.