Los niños y la altitud 28 febrero 2013 Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo |
Unión Internacional de Asociaciones de Alpinsmo
Declaración de Consensode la Comisión Médica de la UIAA
Vol. 9
LOS NIÑOS Y LA ALTITUD
Dirigido a médicos, personas no médicos interesados y Operadores de trekking o expedición
Meijer, HJ & Jean, D. 2008
Introducción
Cada año miles y miles de niños de tierras bajas viajan a gran altura sin problemas. La mayoría de estos ascensos implican visitas a estaciones de montaña, sobre todo en Norteamérica y Europa. Además, un número cada vez mayor de niños se están mudando para residir con sus familias en la altura como consecuencia de la ocupación de los padres. Mientras que los viajes a altitud no tienen incidentes para la mayoría, algunos de estos niños desarrollan síntomas que pueden atribuirse a la exposición a la altura.
Los riesgos específicos de exposición de los niños a gran altitud no han sido completamente estudiados y gran parte de los consejos deben necesariamente extrapolarse a partir de datos de los adultos con consideraciones debidas a la influencia del crecimiento y el desarrollo. Tal como se conoce hasta ahora, los niños no tienen más restricciones a la exposición aguda a la altura que los adultos. Sin embargo, los adultos deben responder con claridad las siguientes preguntas antes de ir a la altura con niños:
La opinión de consenso que se describe aquí proporciona recomendaciones conservadoras que deben ser útiles para los alpinistas y los médicos que están obligados a ofrecer consejos sobre ascenso a la altura de los niños.
Nota:
Generalmente, los niños pequeños no pueden expresar sus malestares fisiológicos, es decir, es poco probable que digan que tienen mucho frío o que no pueden sentir sus dedos (suponiendo que tengan suficientes habilidades lingüísticas). Probablemente terminarán muy tranquilos y silenciosos. La regulación térmica de un niño está poco desarrollada, lo mismo que su capacidad para adaptarse a la exposición hipóxica en comparación con un adulto.
Definiciones
Niños | 0 a 18 años de edad |
recién nacido | 0 a 1 mes de edad |
infantil | 1 a 23 meses de edad |
preescolar o infantil | 2 - 5 años de edad |
niño | 6 a 12 años de edad |
adolescente | 13 a 18 años de edad |
Otalgia y otro riesgos de oído, nariz y garganta
El tema más común con respecto a los niños en la altura es el riesgo a la otalgiaacausado por los rápidos cambios de la presión atmosférica, por ejemplo, por ascensos rápidos en auto o funicular e incluso en avión (vuelos de observación). El riesgo es mayor para los más niños o bebés más jóvenes y para niños con infecciones pre-existentes del tracto respiratorio superior. Son incapaces de balancear la presión en los oídos si la nariz está bloqueada por el frío. Se puede plantear un problema adicional a los padres que tengan que interpretar los síntomas en un niño que no hable pero llore.
Los niños pequeños deben estar completamente sanos si se llevan a la altitud. Si es posible, limpiar la nariz lo mejor posible con una solución salina para evitar la congestión nasal. Tomarse su tiempo y hacer algunas paradas si se conduce por un paso alpino. Déjelo chupar cada 300 a 500 m de altitud. Descanse antes y después de la cima, pero no en ella (a menos que el niño muestre un comportamiento completamente normal y, obviamente, se sienta bien). Al bajar rápidamente (coche, coche de cable) pida al niño que se tape su nariz y sople con fuerza con su boca cerrada. No viaje en teleférico o aviones con niños enfermos —los cambios de presión son demasiado rápidos—. Los aerosoles nasales (soluciones salinas) diseñados para niños pequeños se pueden usar regularmente mientras se asciende a altitud.
Nota:. La laringitis y el sangrado de nariz son comunes en las estaciones de esquí de invierno (aire seco, salas con sobrecalentamiento). Esto puede evitarse si se humidifica el aire.
Enfermedades relacionadas a la altitud: AMS/EPA/ECA/SIMS
Los niños pequeños no son reporteros fiables de sus síntomas, incluso cuando pueden hablar. En niños menores de 3 años de edad, viajar a cualquier nuevo ambiente puede ocasionar alteraciones de sueño, apetito, actividad y estado de ánimo. Algunos niños mayores, particularmente los de 3 a 8 años de edad y los niños con dificultades de aprendizaje o de comunicación, pueden ser incapces de describir sus síntomas, lo que hace difícil reconocer el mal de altura. En niños de 8 años en adelante, se asume que el mal de altura se presentará en la misma manera a como lo hace en los adultos.
En todas las edades (niños y adultos) los síntomas del mal de altura son inespecíficos y pueden confundirse con las variables no relacionadas como enfermedades concurrentes, indiscreción dietética, intoxicación o factores psicológicos asociados con viajes a distancia o problemas pre-existentes. Sin embargo, al ascender con niños, es prudente asumir que tales síntomas están relacionados con la altitud hasta que se demuestre lo contrario y la acción apropiada se lleva a cabo. Aunque los datos son preliminares, los niños necesitan un tiempo similar para aclimatación a la de los adultos.
Aunque no existen datos científicos, en general se recomienda no ascender a dormir a altitudes superiores a 3,000 y 4,000 metros con niños de edad preescolar, y preferir dormir a menos de 2,500 metros.
Pautas para el diagnóstico:
Tabla 1: Lake Louise Symptom Score (LLSS) auto-informe-cuestionario para
adolescentes [1], [4]
Síntomas | Gravedad | Puntos |
Dolor de cabeza | Sin dolor de cabeza | 0 |
Gastrointestinal | No hay síntomas gastrointestinales | 0 |
Fatiga y/o | No está cansado o débil | 0 |
Mareos/mareo | No está mareado | 0 |
Dificultad para dormir | Durmió tan bien como siempre | 0 |
> 3 puntos = AMS (si no hay evidencia para otra razón de los síntomas)
Nota: Dolor de cabeza deben estar presentes (sólo en algunos casos sin dolor de cabeza eran reportados)
Tabla 2: Lake Louise ajustada por edad Symptom Score (LLAASS) cuestionario
para 4 -11 años de edad [5]
Síntomas | Gravedad | Puntos |
¿Tienes dolor de cabeza? | No hay dolor de cabeza (cara no 0) | 0 |
¿Tienes hambre? | Sí, hambriento | 0 |
¿Estás cansado? | No | 0 |
¿Estás mareado? | No | 0 |
¿Cómo dormiste la noche anterior? | Dormí tan bien como siempre | 0 |
≥ 3 puntos = AMS (si no hay evidencia para otra razón de síntomas)
Nota: Esta puntuación no se ha validado todavía, por lo que se debe usar con precaución. Sin embargo, se incluye aquí porque parece ser muy útil para el diagnóstico de AMS en este grupo de edad específico.
Tabla 3: Lake Louise Symptom Score (CLLS) para niños pre-verbales [2], [3]
Síntomas | Gravedad | Puntos | ||||||
Cantidad de Intensidad de irritabilidad* inexplicable de tu hijo al despertar hoy | Cantidad | 1-12 | ||||||
0 | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | ||
Ninguna | Intermitente | Baja | ||||||
Intensidad | ||||||||
0 | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | ||
Ninguna | Intermitente | Baja | ||||||
Irritabilidad = Cantidad + intensidad | ||||||||
Cómo ha comido tu hijo hoy | - Normal | 0 | ||||||
Qué tan juguetón ha sido el niño hoy | - Normal | 0 | ||||||
Capacidad del niño para dormir hoy | - Normal | 0 |
≥ 7 puntos = AMS (si no hay evidencia para otra razón de los síntomas), con la puntuación ≥ 4 puntos en irritabilidad y comer + jugar + dormir puntuación ≥ 3 puntos [2]
* Irritabilidad = un estado de irritabilidad no se explica fácilmente por una causa como cansancio, hambre, dentición o dolor por una lesión. El comportamiento irritante puede incluir llanto, inquietud o tensión muscular. Califica el comportamiento inquieto del niño durante la últimas 24 horas sin tu intervención.
Tabla 4: Factores adicionales para el diagnóstico de trastornos relacionados con la altitud en niños
Diagnóstico |
| Síntomas |
AMS | Si hubo un reciente aumento en altitud, la presencia de cefalea y al menos uno de los siguientes síntomas: | • gastrointestinal (pérdida de apetito, náuseas o vómitos) |
HAPE | Si hubo un reciente aumento en altitud, la presencia de al menos dos de los siguientes síntomas:
| • falta de aliento en reposo • crepitaciones o sibilancias en al menos un pulmón |
HACE | Si hubo un reciente aumento en altitud, ya sea: | • Si hubo un cambio en el comportamiento y/o ataxia en una persona con AMS |
Directrices de manejo de AMS / EPA / HACE:
Tabla 5: Tratamiento de los trastornos relacionados con la altitud en los niños
Diagnóstico | Tratamiento |
AMS | Para síntomas leves: Para síntomas moderados a severos: |
HAPE | • Descenso Nota: no hay datos sobre el tratamiento farmacológico de la HAPE en niños |
HACE | • Descenso Nota: no hay datos sobre el tratamiento farmacológico de la HACE en niños |
** Debe ser prescrito sólo por médicos
SIMS y SHAPH
SIDS
Exposición al frío
Los bebés y los niños pequeños son especialmente vulnerables a los efectos del frío a causa de su gran superficie en relación con su volumen. El niño que tiene que ser cargado durante una caminata no está generando calor por actividad muscular y está en riesgo de hipotermia. La ropa adecuada es esencial para prevenir el desgaste, la hipotermia y la congelación. Uno debe ser consciente de una serie de casos de congelación de extremidades, incluyendo aquellos que requieren amputaciones, especialmente después del uso de portabebés en invierno. La protección de la cabeza con una gorra es muy recomendable, debido a la mayor proporción de volumen en la cabeza niños, lo que permite una mayor pérdida de calor por esta forma.
La exposición al sol
La reflexión de la nieve y una capa más delgada atmósfera a gran altitud hacen que el riesgo de radiación ultravioleta solar queme más que a nivel del mar. Los niños son más propensos a sufrir quemaduras que los adultos si se exponen al sol en exceso. Cremas bloqueadoras de sol apropiadas (con protección contra los rayos UVA y UVB, por lo menos SPF 30, aplicada antes de la exposición solar), sombreros, mangas largas y lentes son necesarios para evitar la quemadura solar o por ceguera por nieve. Se puede conseguir una protección solar que evite quemaduras de sol a los niños con sólo sombra, uso de ropa protectora y limitar la exposición durante las horas pico (es decir, 11 am a 3 pm).
Niños con enfermedades preexistentes
Los niños con ciertas afecciones médicas subyacentes crónicas pueden tener un mayor riesgo de desarrollo, sea una exacerbación de su enfermedad crónica o una enfermedad directamente relacionada con la altitud. Existen pocos o ningunos datos para determinar el riesgo de condiciones médicas específicas.
Por lo tanto, primero deben checarse los factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades relacionadas con la altitud y si se confirman, cómo en cada niño que esto puede afectar su condición médica en un entorno con menos oxígeno. Por esto puede ser posible determinar el riesgo relativo de desarrollar complicaciones en la altura.
1. Trastornos de corazón y pulmón
Por tanto, es lógico pensar que los niños [6]:
están en riesgo para el desarrollo de HAPE en la altura.
2. Otros trastornos importantes
Evaluación
Si los padres deciden viajar a altitud con niños con condiciones médicas crónicas, es esencial que hagan una planificación especial que asegure un suministro adecuado y oportuno para la evacuación. Probablemente, esto significa limitar los viajes a destinos de altitud más desarrollados en vez de viajes a sitios aislados. Las cámaras de hipoxia isobáricas dan la oportunidad de comprobar si el niño tolera altitud o no.
Misceláneo
Aburrimiento. Los niños pequeños suelen tener poca capacidad de atención y se aburrirá fácilmente al viajar distancias relativamente cortas. Debería elegirse cuidadosamente un itinerario estimulante.
Capacidad física. Se han hecho estimaciones de las distancias que los niños pequeños pueden caminar (a nivel del mar), pero sólo deberían utilizarse como directrices que puedan ajustarse a cada niño en particular. Se debe enfatizar que los niños sólo deben caminar el tiempo que quieran.
Alimentos. Algunos niños pequeños pueden ser muy poco adaptables a los cambios de circunstancias y rechazar comida que no les es familiar. Es útil probar con alimentos previo al viaje a altitud, cuando sea posible. Es importante garantizar una alimentación e ingesta de líquido adecuadas.
Higiene. En caminatas remotas, viajar con niños pequeños puede ser particularmente estresante para los padres que tratan de mantener una higiene adecuada para su hijo.
Enfermedad concurrente. La gastroenteritis es probablemente no más común entre los viajeros niños que entre los adultos. Pero los niños son más propensos a desarrollar una deshidratación grave y potencialmente peligrosa con la gastroenteritis, por lo que una parte de cada botiquín deberían ser soluciones de rehidratación vía oral (SRO). La dosis debe ser ajustada para los niños pues la mayoría de las SRO son producidos para adultos.
Referencias
Miembros de la Comisión Médica de la UIAA
C. Angelini (Italia), B. Basnyat (Nepal), J. Bogg (Suecia), AR Chioconi (Argentina), S. Ferrandis (España), U. Gieseler (Alemania), U. Hefti (Suiza), D. Hillebrandt (UK), J. Holmgren (Suecia), M. Horii (Japón), D. Jean (Francia), A. Koukoutsi (Grecia), J. Kubalova (República Checa), T. Kuepper (Alemania), H. Meijer (Países Bajos), J. Milledge (Reino Unido), A. Morrison (Reino Unido), H. Mosaedian (Irán), S. Omori (Japón), I. Rotman (República Checa), V. Schoeffl (Alemania), J. Shahbazi (Irán), J. Windsor (Reino Unido)
Historia de este documento
La primera edición fue escrita y presentada por D. Jean en la reunión de la UIAA MedCom en Aspen (Colorado) 1995. Esto fue seguido por una declaración de consenso de la UIAA internacionales ad hoc formado por la Sociedad Internacional de las Montañas Medicina de la hipoxia Jasper Park Simposio de 2001 y publicado en 2001. Al UIAA MedCom Reunión de Snowdonia en 2006, la Comisión decidió actualizar todos sus recomendaciones. La versión que aquí se presenta fue aprobado en la UIAA MedCom Reunión en Adršpach - Zdoňov / República Checa en 2008. Este real versión se basa principalmente en [3]